
Doce vinos, doce momentos, un solo sentimiento: celebrar lo vivido y brindar por lo que vendrá.
El final de año invita a mirar atrás con gratitud y hacia delante con ilusión. En La Rioja Alta, S.A. creemos que cada brindis encierra una historia, un recuerdo o un deseo. Por eso proponemos doce brindis, uno por cada mes, uno por cada emoción, acompañados de doce vinos que nos ayudan a despedir el año como merece.
1. Por los comienzos: Lagar de Cervera
Cada año empieza con una ilusión renovada, como cada nueva añada en el viñedo. Lagar de Cervera nos recuerda que todo comienzo guarda promesas por cumplir y la energía intacta de lo que está por venir.
2. Por el trabajo bien hecho: Finca San Martín
Horas de poda, vendimia y paciencia. En cada sorbo se percibe la recompensa al esfuerzo constante. Finca San Martín simboliza la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros mismos.
3. Por los reencuentros: Viña Alberdi
Los mejores brindis son los que nos reúnen alrededor de una mesa. Viña Alberdi, siempre amable y versátil, acompaña risas, confidencias y abrazos que el tiempo no borra.
4. Por los días que dejan huella: Viña Ardanza
Hay vinos que se convierten en parte de nuestra historia. Viña Ardanza, clásico eterno de Rioja, invita a celebrar los momentos que permanecen, los que nos definen.
5. Por los amigos que son familia: Finca Martelo
Alrededor de Finca Martelo se comparten afectos, conversaciones profundas y celebraciones sinceras. Redondo y honesto, como las amistades que crecen con los años.
6. Por la calma: Pazo de Seoane
Hay vinos que son refugio. Pazo de Seoane, elegante y sereno, nos enseña a brindar también por la pausa, el silencio y la armonía.
7. Por la tradición: Gran Reserva 904
Símbolo de herencia y paciencia. En cada copa de Gran Reserva 904 se siente la elegancia atemporal del Rioja clásico, ese que nos recuerda de dónde venimos y por qué creemos en el tiempo.
8. Por los viajes: Lindeiros y El Camino
Dos vinos, dos paisajes, dos caminos. Uno atlántico y vibrante; otro, profundo y sereno desde Rioja Alavesa. Juntos celebran los trayectos que nos transforman y los horizontes que nos esperan.
9. Por los aprendizajes: Áster
Cada añada enseña algo nuevo. Honesto, estructurado y directo, Áster nos recuerda que la madurez nace de la experiencia y de la curiosidad constante.
10. Por la naturaleza: Áster El Espino
Fruto del respeto a la tierra y de una viticultura precisa y sostenible. Áster El Espino refleja la fuerza del terruño y la armonía entre la viña y quien la cuida.
11. Por los que ya no están (y siempre estarán): Gran Reserva 890
Hay vinos que son memoria. Gran Reserva 890 encierra tiempo, emoción y legado. Un brindis silencioso por quienes nos enseñaron a mirar al futuro con gratitud.
12. Por el futuro:Finca El Otero
Poderoso y elegante, Finca El Otero encarna lo aprendido y lo que aún está por venir. Porque cada cosecha es una promesa y cada brindis, un nuevo comienzo.
Doce brindis para cerrar el año. Uno solo para desear que el próximo esté lleno de grandes momentos… y grandes vinos