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La importancia de la poda en la calidad del vino

El inicio del invierno marca un momento clave en el ciclo anual de la vid: es tiempo de poda. Esta labor, que tradicionalmente se realiza entre los meses de diciembre y marzo, prepara nuestras cepas para garantizar una cosecha equilibrada y de calidad excepcional.

 

La poda no solo define el futuro rendimiento de los viñedos, sino que también es el primer paso para preservar la esencia de nuestros vinos emblemáticos. En el cultivo de la vid se pretende regular tanto la capacidad productiva de las plantas como la ubicación espacial de los futuros brotes y racimos.

 

La vid es una planta leñosa trepadora que, si se dejara crecer libremente, alcanzaría hasta 30 metros de altura, lo que dificultaría su manejo y afectaría la calidad del fruto. Es la acción humana, mediante el corte preciso de sus ramas jóvenes, la que regula su crecimiento y permite dotarla de una forma determinada, reduciendo su envejecimiento y manteniendo su desarrollo en un espacio cultivable. Esta práctica no solo facilita el acceso a los racimos, sino que también influye directamente en la regulación de la producción y vigor de la planta, optimizando la calidad final de la uva y prolongando su vida productiva.

Poda de invierno en viñedo propio de La Rioja Alta, S.A.

 

La poda es un arte y una ciencia

 

Durante esta operación, nuestros expertos podadores seleccionan cuidadosamente las yemas que darán lugar a los mejores brotes, garantizando un equilibrio entre la cantidad de uva producida y su calidad. Esta tarea requiere un conocimiento profundo del ciclo de vida de la vid, así como una evaluación constante del estado de la planta y del suelo en el que se encuentra. No se trata simplemente de cortar ramas, sino de dirigir el crecimiento de la vid hacia una producción óptima, asegurando que cada brote reciba la cantidad adecuada de nutrientes y luz solar. Además, este proceso permite fortalecer la planta a largo plazo, promoviendo su longevidad y resistencia a enfermedades.

 

La poda es, en esencia, una inversión en la calidad futura del vino, ya que cada decisión tomada en este momento influye directamente en la maduración de los racimos y en las características organolépticas del producto final.

 

Este año, en el marco de nuestras prácticas sostenibles, hemos implementado ajustes basados en estudios recientes sobre el impacto del cambio climático en la viticultura.

 

Adaptación a las condiciones climáticas: 

 

- La poda en vaso, típica de Rioja Alta y Rioja Alavesa, sigue siendo la elección principal para nuestros viñedos ubicados en terrenos menos fértiles y con mayor vocación vitícola. Este sistema ayuda a reducir el estrés hídrico y térmico de las vides, mejora su eficiencia fotosintética y se adapta mejor al cambio climático y sus efectos. 

 

- En suelos más fértiles que inducen más vigor, empleamos espalderas, que simplifican la poda y el manejo de la vegetación y garantizan un control sanitario óptimo. 

 

Sistemas de conducción más novedosos y resilientes: 

 

Este año, introduciremos el sistema de plantación en Keyline en nuestras nuevas plantaciones con el objeto de optimizar la captación y distribución del agua de lluvia por las parcelas, protegiendo los suelos frente a la erosión y maximizando, así, la sostenibilidad de nuestros viñedos ya que, proteger el suelo resulta clave para la supervivencia del propio viñedo y para el mantenimiento de la tipicidad de la uva producida. 

Poda de invierno en Finca Montecillo, propiedad de La Rioja Alta SA

El proceso de poda en Grupo La Rioja Alta, S.A. 

 

La poda, realizada por manos expertas, requiere precisión para: 

 

- Regular la carga de uva por cepa, equilibrando calidad y producción. 

 

- Favorecer la aireación y exposición al sol de los racimos, reduciendo el riesgo de enfermedades como el oídio. 

 

- Prolongar la vida productiva del viñedo, maximizando la calidad de la uva durante décadas. 

 

En 2025, continuamos realizando una prepoda mecanizada en nuestros viñedos seguida de una poda totalmente manual en la que aplicamos criterios de “poda suave, poco traumática y respetuosa con la planta”.  Esta técnica busca minimizar el impacto en la vid, evitando cortes excesivos que puedan generar heridas profundas y afectar la circulación de la savia. Nos enorgullece el hecho de haber sido pioneros en Rioja y en Ribera del Duero en aplicar este tipo de poda.  

 

Compromiso con la Sostenibilidad 

 

Siguiendo nuestras políticas de sostenibilidad, el residuo de la poda se utiliza para: 

 

- Mejorar la fertilidad del suelo mediante triturado in situ y posterior incorporación al terreno. 

 

- Contribuir al secuestro del carbono al evitar quemas y aprovechar los sarmientos como fuente de materia orgánica. 

 

Futuro de la poda en Grupo La Rioja Alta, S.A.

 

Seguimos apostando por la innovación en el manejo del viñedo. Además de las estrategias actuales, exploramos nuevas técnicas de poda que permitan mejorar aún más la eficiencia y sostenibilidad de nuestros viñedos.

 

La poda no es solo un trabajo agrícola, sino una labor estratégica que define la calidad de nuestros vinos desde su origen. En cada corte, en cada decisión tomada, está el compromiso de Grupo La Rioja Alta, S.A. con la tradición, la innovación y la excelencia vinícola.

 

¿Quieres saber más acerca de la poda? Haz click aquí.

 

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