Permítenos que te presentemos la voz de nuestra finca. Supongo que ya, en esta primera línea, te has preguntado: ¿y qué hago yo leyendo lo que un pedazo de tierra quiere contarme? Créenos. Te entendemos y te garantizamos que nuestra intención es solicitarte -robarte nos suena quizás demasiado pretencioso- que le dediques, de vez en cuando, un par de tus cotizados minutos. Nuestro objetivo de aquí en adelante es, poco a poco, intentar convencerte de algo importante: nuestra finca es especial. Si. También lo sabemos. Te lo han dicho muchas veces. Pero estamos muy seguros de ello y, por ello, pretendemos asumir el precioso reto de demostrártelo y de que, además, juntos, podamos disfrutarlo. De aquí en adelante nos leerás escucharás contarte muchas cosas sobre ella. Vid, uva, suelo, vendimia, parcelación, clima, vino de pago…. Pretendemos –tú nos dirás si lo conseguimos- compartir contigo algunos de los aspectos más relevantes que, durante todo el año, se van desarrollando en este privilegiado lugar y que constituyen la esencia de lo que esta finca es. Una personalidad que brota con su fruto y que, con sabiduría, tesón y esa pizca de suerte siempre necesaria (nuestra amiga la climatología siempre tiene mucho que decir…) se convertirá cada año en un vino especial, diferente y que solamente puede elaborarse en un lugar tan particular e idílico como este. ¡¡Y qué orgulloso estamos de ello!! Ahora que empieza a haber confianza, te lo confesamos. Nos encantaría que comiences a denominarla terruño o, en francés, ‘terroir’:

“El terroir es un término mágico que usan los franceses para hablar de la asociación íntima que se establece entre un suelo de características homogéneas, un microclima variable y una o más cepas adaptadas a ese terreno, como claves que dan lugar a un vino con una personalidad propia y, por tanto, un carácter diferenciado frente a los demás” (José Peñín-Manual del Buen Catador)

Acabamos. Que empieza a oírse ya la voz del vino y que, además, se cumplen ya esos dos minutos que te pedíamos. Si quieres, desde hoy, escuchamos juntos la voz de nuestro terruño.